En nuestra cultura actual, la publicidad contemporánea nos enseña un fenómeno, si se puede llamar de esta manera, que es el hecho que muchas veces lo actuado, ficticio supera la realidad. Se arma todo un escenario especial, donde el espectador va a estar sumamente cómodo, todo es hecho para su beneficio y bienestar, se busca el refugio en un entorno cerrado, donde salir ya no es indispensable, se pueden conseguir muchas cosas rompiendo tu universo privado con el universo externo sin tener el malestar, o el peligro de la “vida real”.
Y cómo es que el ser humano se relaciona con su entorno? Busca un mundo reconstruido cómodo, dónde él tiene el control , y es aquí donde se exaltan las relaciones entre familiares, amigos, y hasta consigo mismo. De esta manera se adecua, actúa a su tiempo, y satisface su necesidades. La tecnología es una manera de facilitar este “proceso” ya que permite una interacción en varios niveles, no sólo con el usuario, sino que también con los demás usuarios.
La claustrofilia es llevada a la publicidad cuando busca entrar a todos los hogares creando universos de marcas.
Un ejemplo es este comercial de Google demo Extra spicy
Nos muestra, como la tecnología nos ayuda en todos los aspectos de nuestra vida, incitando a la claustrofilia. Primero por el tema del delivery, que ya no es necesario salir de tu casa para comer. Segundo, por el tema de que a partir del uso del internet puedes conseguir todo a tu casa sin necesidad de moverte tampoco. La idea de romper barreras de idiomas desde tu casa es lo que más resalta para mostrar la cultura claustrofílica.
Arantxa González
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