domingo, 4 de septiembre de 2011

La sociedad del espectáculo


Hoy en día el público está sujeto a estar rodeado de impulsos, incentivos, estímulos y la continua competencia de captar nuestros sentidos. La sociedad de consumo nos rodea, estamos bombardeados y por eso es que aparecen escenarios de uso público dónde promueve la participación y consumo. Un ejemplo, es el centro comercial dónde podemos apreciar de manera inmediata lo que se trata la sociedad de consumo: el disfrutar de la vida. 

Se proponen entonces valores con significados al que el público se relaciona, que le interesan o al que causa un tipo de impacto y reaccion.  Aparece el concepto de vivir la vida al máximo, disfrutar, desear lo mejor para cada uno, y con esto entonces se suma el valor del futuro. Se cuestiona, compara el presente vs. Futuro y es por eso que se trata de aprovechar cada momento, vivir intensamente,  porque si algo no controlamos es el tiempo. 




Un ejemplo interesante es el comercial de Lacoste. Nos muestra un mundo de diversión, felicidad, amistad,  se nos invita a participar en él, y al hacerlo todo será celebración y disfrutar. Su mismo slogan lo dice, “Joy of pink” el producto viene con todos estos valores agregado que uno obtendrá al utilizarlo. Además el tratamiento de la misma publicidad ayuda a esta idea, por la luz que nos da calidez, la música, y hasta como cae el confeti rosado nos ayuda a redondear esta idea de disfrutar la vida. 




La publicidad de esta otra fragancia de Givenchy también es bastante buena, y al igual que en el anterior, se vende un paquete completo. Se busca jalar al público ofreciendo un abanico de emociones, posibilidades donde el protagonista eres tú, y puedes hacer todo, capaz de obtener lo que desees, y ser imparable.  Se trata de aprovechar, disfrutar, vivir.



Arantxa González

1 comentario:

  1. Me parece muy interesante la idea del abanico de emociones. Justo las publicidades que más nos impactan son aquellas que estimulan más de un sentido (visual y audio a la vez, etc.) o que apelan a sentimientos muy arraigados (p. e. la nostalgia, etc).

    Pareciera que este constante estimular nuestros sentidos va de la mano con la idea del deber aprovechar el tiempo al máximo y disfrutar cada segundo.

    Incluso la misma brevedad de los spots publicitarios nos sugiere cuánto podríamos lograr en poco tiempo si realmente nos abocáramos a disfrutar al máximo cada experiencia.

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